ÚLTIMA HORA: El príncipe Guillermo habla en nombre de la Familia Real tras el traslado de urgencia del rey Carlos al hospital: “Nos preparamos para lo peor”.
Hace apenas 30 minutos, BBC News confirmó que el príncipe Guillermo emitió una inusual y emotiva declaración en nombre de la familia real tras un repentino y alarmante suceso: el rey Carlos III fue trasladado de urgencia al hospital en medio de crecientes complicaciones derivadas de su lucha contra el cáncer. El palacio había minimizado previamente la gravedad del estado de Su Majestad, pero el último anuncio sugiere que la situación podría ser mucho más grave de lo que se reveló inicialmente.
En tono solemne, el príncipe Guillermo se dirigió a la nación y al mundo a las afueras del Palacio de Buckingham. “Mi padre, Su Majestad el Rey, fue ingresado en atención médica esta mañana temprano tras un grave deterioro de su salud. La familia real se une para orar por su recuperación”, declaró el príncipe de Gales, visiblemente conmocionado. Añadió: “Este es un momento muy difícil para todos nosotros. Solicito al público su continuo apoyo, comprensión y privacidad”.
Fuentes de la casa real afirman que el rey Carlos ingresó en un ala privada del Hospital St. Bartholomew de Londres bajo fuertes medidas de seguridad, tras desmayarse en Sandringham ese mismo día. El personal médico familiarizado con el caso del monarca afirma que este había estado lidiando con una “progresión más agresiva” de la enfermedad de lo que se había revelado públicamente. Si bien la naturaleza específica del cáncer nunca se ha confirmado, fuentes internas sugieren que podría haberse propagado más rápido de lo que anticiparon los médicos del palacio.
La repentina hospitalización se produce justo cuando el calendario real había quedado libre de compromisos del rey Carlos, lo que generó crecientes especulaciones entre observadores y periodistas de la realeza. Si bien muchos asumieron que se trataba simplemente de un período de descanso, este último acontecimiento parece confirmar los temores de que la salud del rey hubiera empeorado discretamente. Se ha visto a ayudantes de palacio y familiares de alto rango llegando discretamente al hospital, incluida la reina Camila, quien ha permanecido al lado del rey. Los informes también indican que se ha contactado urgentemente al príncipe Harry y que podría estar ya de camino al Reino Unido desde California, donde reside actualmente. La urgencia de tal llamada no pasa desapercibida para los observadores de la realeza, quienes recuerdan protocolos similares de los últimos días de la reina Isabel II.
La declaración del príncipe Guillermo, aunque mesurada, tuvo un peso que muchos interpretaron como una señal discreta de preparación para una posible transición real. “Seguimos comprometidos con los deberes de la Corona”, continuó, “pero ahora mismo, somos simplemente una familia en dolor, como cualquier otra”.
El estado de ánimo en todo el país es de conmoción e incertidumbre. Multitudes ya han comenzado a congregarse frente al Palacio de Buckingham y el Castillo de Windsor, depositando flores y encendiendo velas. Las redes sociales se han visto inundadas de mensajes de apoyo y oraciones por el Rey. Incluso líderes de todo el espectro político han emitido declaraciones de preocupación y solidaridad con la familia real.
El primer ministro Rishi Sunak, dirigiéndose al Parlamento poco después de conocerse la noticia, declaró: «El Rey ha demostrado resiliencia y valentía en su vida pública. La nación lo apoya a él y a la familia real en estos momentos difíciles».
Mientras tanto, los expertos constitucionales se preparan discretamente para la posibilidad de una regencia o una sucesión repentina en caso de que el monarca no pueda ejercer sus funciones. Aunque no se han revelado planes oficiales, muchos esperan que se le pida al Príncipe Guillermo que asuma un rol de liderazgo más formal, al menos temporalmente.
Las próximas horas serán cruciales. Por ahora, el mundo espera, la monarquía contiene la respiración y una nación anhela un milagro. El Rey Carlos, conocido por su incansable servicio, su defensa del medio ambiente y décadas de preparación para el trono, podría estar enfrentando ahora su batalla más personal y angustiosa hasta la fecha.